domingo, 4 de mayo de 2014

Posibilidades vs Tiempo

De vez en cuando escucho que "todo es posible" o que "nada es imposible", por lo general, cuando distintas situaciones nos hacen creer que no podemos enfrentar, derrotar, superar y conseguir algo. Desconozco lo que una persona siente al recibir esas tres palabras, no sé con seguridad si los invade un gran optimismo, reciben un poco de alivio, toman coraje, y tampoco tengo mucho interés (por ahora) en ello, sólo me parece que suenan bien. A mi no me genera grandes emociones, tampoco me sirve de consuelo cuando la frase aparece, no me conforma. Pero semejante generalidad me deja pensando con una llave en la mano para abrir la puerta que conduce a algunas preguntas y a algo que parece que se olvida o no se quiere tener en cuenta. 
¿Todo es posible? ¿Se puede hacer todo? La lista de cosas posibles tiende a ser infinita, pero hay algo que puede romper con esa gran generalidad sostenida es tres bellas palabras para nuestro oído. Algunos prefieren olvidarlo, no tener noción de él, desafiarlo e incluso ganarle. Se arman con un "todo es posible" y se protegen con un "nada es imposible", pero no lo pueden golpear ni frenar, porque ganarle es imposible, porque él es el tiempo. Podés pensar en un sin fin de posibilidades, pero hay algo que no es posible, que no se puede hacer: es imposible ganarle al tiempo. No conozco a nada ni nadie que lo haya conseguido, porque se podrá decir que una persona vive en los recuerdos, pero esos recuerdos luego de algunas generaciones no sobreviven y son depositados en el camino del olvido. En cuanto a las importantes creaciones de alguien, sólo hace falta que aparezcan otras que las superen. Y las cosas que nos parecen eternas por su longevidad (estructuras, ideas, la vida de Mirtha Legrand, etc.), sólo se están demorando en perder porque el tiempo, a pasar de ser uno, funciona a distintas velocidades dependiendo de qué lo desafié. 
Para finalizar el borrador cargado de humo que estás leyendo (gracias) surgido para esquivar un poco el aburrimiento (¿Y?), quiero decir que lo que puse antes sobre el tiempo para cuestionar si "todo es posible" o "nada es imposible" no lo veo desde un lugar pesimista, aunque lo parezca. Mirar así creo que tiene sus beneficios y nos iguala, me hace pensar en que al final todos somos perdedores, pero quienes se dan cuenta, consiguen sacarse un peso de encima al no sentir la presión de ganar, por lo tanto sólo saben que tienen la chance de jugar y de divertirse.

Acá, yo, re aburrido tirando fli en el blog. Chau.

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