Vuelve Tinelli, ¿por qué no voy a volver yo? Lo que sigue no trata sobre el programa de Marce pero por las dudas te digo: ya todos sabemos que viene robando con la misma garompa hace 8 años en el prime time argento. Lo peor es que a vos, a mí y a todos nos cabe bien por el upite, el forro todas las noches mete un promedio de 400 puntos de rating. (Exagere un poco)
Te invito a sentarte y a aburrirte.
El domingo, día con el que finaliza la semana, tardes interminables destinadas a un reparador descanso, mañanas ideales para las celebraciones religiosas. Todo es perfecto en el día del Señor, mejor si está soleado, en ese caso tendremos un domingo peronista. ¡Viva! Fecha aprovechada para las cálidas reuniones familiares, luego de un buen asado y vino, los tíos y abuelos, dan muestra de su sabiduría en la sobremesa. Virginia Lago lo califica como maravilloso. ¡Qué felicidad!¡Qué lindo y hermoso es todo! Pará... ¿Todo es lindo y hermoso? ¿Felicidad? ¡La chota!
El que inventó el domingo no hizo gran cosa, pero el que inventó el domingo en familia es un hijo de puta.
Vamos por el principio, las mañanas nunca existen, menos si tuviste una turbia noche de sábado en la que terminaste abrazado a un poste de luz, por ejemplo. Te despertás con un cojudo dolor de cabeza solamente para almuerzayunar con un buen asado, sin que nada ni nadie te moleste. Sin embargo, no se puede disfrutar un asado con tamaña resaca, no se puede disfrutar de nada ya que es una reunión familiar por lo tanto distintas situaciones te van a ir golpeando los genitales constantemente.
¿Qué situaciones?
Ni bien te sentás en la mesa ya te das cuenta de una, siguiendo las miradas de quienes están sentados, la competencia. Se compite con todo pero principalmente con la comida, el trabajo, la situación económica de cada uno, el auto, los hijos, etc. El objetivo es ver quien la tiene más grande, haciéndose mierda entre todos de forma diplomática.
- Marcos últimamente me trae buenas notas.
- ¿Si? (tonito sobrador) Santi es abanderado.
- (Insulta por dentro) ¡Ah... buenísimo!
- Muy rica la torta.
- ¡La hice yo! (infla el pecho).
(Marcela mira de reojo a su cuñada, le molesta porque nadie le dijo nada sobre su torta. Bueno no se le prestó atención debido a que saben que cocina pésimo.)
- Estoy muy bien en el trabajo, gano bastante. Próximamente voy a cambiar el auto, está viejito.
(Compró el auto hace 10 meses y en cada juntada comenta que tiene dinero de sobra. Hugo no tiene un buen pasar económico, responde.)
-Yo también lo estoy por cambiar.
Llegada la sobremesa la cosa empeora y sobresalen dos personajes destinados a joderte la existencia. Uno es el pariente que te pregunta por la novia, en todas las reuniones hace lo mismo ¿En verdad quiere saber de tu vida?¿Te quiere ver acompañado para alegrarse por vos? No, nunca hay buenas intenciones porque el tío cincuentón quiere que lleves a una mujer distinta a la mesa para babearse. Lo entiendo un poco, la tía está bastante hecha mierda y le da cosa mirarle el orto a su sobrina.
Otro es el que se las sabe todas, se pone al hombro las discusiones sobre política, economía, fútbol y deportes, personajes públicos, programas televisivos, entre otros. Al igual que los integrantes de la charla, de golpe se transforma en médico, psicólogo, sociólogo, abogado, economista, deportista de élite y hasta productor de contenidos audiovisuales pero se diferencia por ser un cabeza dura incurable. Nuestro Licenciado en Cosas (recibido en la calle, papá.) impone su razón cual remisero arriba de su auto, cuando lo vas a dejar mal parado con una respuesta no te deja hablar o cambia de tema.
No te conviene mancharte la remera con la ensalada, la gaseosa o el postre por bajarle el comedor a Cacho. Por el momento no inventaron un Actimel con PNecasei-defensis que te proteja contra la familia los días domingo. En lo personal recomiendo comer callado y luego hacer un saludo general (si son despreciables y no se merecen que los salude uno por uno) e irse a la mierda.
Por un mundo menos peor @RebeldeAlpedo .
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| PD: Por lejos el mejor encuentro familiar se produce en un velorio, porque nadie habla. |
