El roloj marcaba las cuatro de la mañana, yo estaba enfermo (probablemente con fiebre). Para el momento tenía altos niveles de enojo, ya se que suena medio pelotudo, pero es lo primero que se me ocurre para describir mi situación tras media hora de redes sociales. ¿Cómo es esa media hora? Es así:
"@fulanito: Estoy muuuuuuy aburridoooooo!!!!!!"
"Marta Infra Dotada: con laaaas pi en casaaa :)"
Benítez demostrandole su afecto a el Bofo |
De repente, porque se me canta el upite por motivos que no puedo explicar ni entender, me invadieron dos pensamientos. El primero me recordaba la existencia de mi blog (que no tiene ninguna entrada). El segundo me ofrecía un escape, una salida para olvidarme de todo lo mencionado en el primer párrafo: "Está como para clavarse un buen vaso de alcohol etílico con jugo de naranja"
Ahora es cuando surgen en mi interior una serie de razonamientos estúpidos, escupidos en un documento de word cual Chino Benítez escupe al Bofo Bautista en la cancha de Boca.
Lo que dice el envase |
Está como para clavarse un buen vaso de alcohol etílico con jugo de naranja. Tomar etanol, eso es ser un idiota o tener muchos cojones... o tener muchos cojones y también ser un idiota. Además ingerirlo es de amarrete, no cuesta nada conseguir alguna bebida blanca, tengo la guita para hacerlo. Un par de tragos se los puede tomar un linyera.. antes de empomarse a un perro, pero yo no. Frente a estas premisas el alcohol etílico es el vodka marginal.
Dubitativo, miré el monitor. Todo seguía igual, 18 tweets nuevos repartidos entre 7 otarios, todos ellos carentes de algo original. -¡Se van todos a la mierda! Me voy a preparar un jugo de naranja y luego al botiquín. -me dije-
Ya en la cocina (mientras preparo el fucking jugo) una voz, similar a la de Silvio Soldán vendiendo el Tele-Kino justifica mis futuros hechos:
Soldán aconsejando |
-¿Tenés mal de amores? No pasa nada, rebajalo con tu jugo de frutas preferido y pedile los documentos, en la puerta de entrada, a todos esos recuerdos que no hacen más que afligirte. Saludá al patovica del amor.
Seguí los consejos de Silvio (O los de la voz que le era semejante). Ya no me importaba quedar hablando como el Bebe Contepomi cuando cubre un recital para La Viola. La decisión estaba tomada y el jugo preparado. La busqueda de la botella conllevó serias dificultades, pero peor no me va a ir. Enfermo ya estaba, aburrido nací ¿Qué me puede pasar?. Pasó lo que tenía que pasar, la botella estaba pero.. al parecer el último interrogante fue mufa. El envase residía vacio, era la nada misma al igual que estos escritos.